Pocas casas de moda en el mundo tienen un sentido de la tradición más profundo que Louis Vuitton. Sus orígenes como maletier y su crecimiento estable a lo largo de los años no podría haber predicho lo que sucedería 165 años después de su fundación.
Virgil Abloh es bien conocido por romper la industria desde dentro. No sólo la industria del streetwear, sino la de la de moda de lujo también. Su llegada a Louis Vuitton (@louisvuitton) después del éxito de su firma Off-White fue la confirmación de que estaba cambiando las reglas del juego.
Sus anteriores colecciones fueron tan rompedoras y personales, y su identidad impregnaba cada pieza de tal manera, que hasta tuvo que aceptar la retirada de los diseños inspirados en Michael Jackson’s por la polémica suscitada entorno al Rey del Pop, aunque fuera su legado artístico el que fuera el hilo conductor del show anterior para PFW.
En la presentación para SS20, en plena calle – donde se siente como en casa, donde todo sucede, donde crece la vida – todo giró en torno a la evolución. No la de Louis Vuitton. La de Virgil (@virgilabloh).
Como hiciera Marc Jacobs durante sus años en la maison francesa, el de Rockford está creando sus propios «nuevos clásicos» para hombre. La versión del Keepall en forma de Soft Trunk, su diseño triangular de éste, la renovación del Steamer, la evolución del Boite Chapeau en un bolso de mano XL, Sac Plats llenos de flores…. Y tantos otros que ni tienen nombre se hicieron con la atención de los presentes junto a las propuestas en prendas y accesorios.
Su habilidad para fusionar lujo y calle son la clave para el gran éxito de la cabeza del grupo LVMH’s entre los más jóvenes. Su cercanía con estas nuevas generaciones está ampliando el espectro de consumidores de una firma que parecía destinada para los padres de estos tiempo atrás.
Para SS20, la sección masculina de la firma parisina presenta una selección de colores pastel, grises sobrios, piezas con prints florales y diseños de sastrería como como trajes, gabardinas, faldas plisadas o blazers. Outerwear de inspiración utilitaria fueron de lo más destacado, sus pantalones técnicos robaron la atención a los presentes, pero, sobre todo, la aparición de Hector Bellerin (@hectorbellerin) rompió el show de hoy. El futbolista – posiblemente el mejor vestido de todos los de su profesión – la reventó con su hoodie rosa neón de cocodrilo y los shorts a juego y una sneakers hi-top en lavanda. Insuperable.
Sus piezas acolchadas volvieron como en la colección de FW19, total looks de organza en arcoiris y diseños de inspiración militar mantuvieron la ya reconocible identidad que está plasmando Abloh en la historia de Louis Vuitton’s. No nos olvidemos de su joyería y las cometas con el monogram que envolvían a los modelos como si de un arnés se tratase. De locos.
Color-block en las sneakers hi-top y botas de lluvia de piel, derbys, runners y botas de montaña recorrieron las calles empedradas de la Place Dauphine, donde los asistentes al show de LV SS20 se sentaron en las terrazas de las cafeterías y los bancos del parque mientras los vecinos se asomaban a los balcones a disfrutar del show, y una orquesta ponía la música a este desfile callejero.
Se hace la boca agua como si fueran croissants franceses…
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