Que el sportswear se haya convertido en algo tan destacado en la industria de la moda no ha sido un camino en absoluto corto y, ahora que se ha establecido, parece que ni ha sido para tanto. Desde las pistas de tenis a las pasarelas y las calles, así sucedió.
Hubo un tiempo en el que hombres y mujeres jugaban al tenis en ropa de vestir. No existía la ropa deportiva, ni las zapatillas, ni los tejidos transpirables, ni las prendas sin costuras, nada. Las bandanas eran muy populares como sujeción para el pelo, incluso se utilizaban sombreros en los looks de la fase primigenia del universo tenístico. Era una época en la que el tenis era más una excusa social para reunirse y pasar un rato divertido. La competición llegó luego. Eran los orígenes de Lacoste, cuando René era tenista y recién había fundado la firma del cocodrilo.
Activewear, sportswear, performance wear, athleisure, y tantos otros conceptos, solían hacer referencia a prendas diseñadas específicamente para la práctica deportiva. Nunca más. Es curioso como en los orígenes de ciertos deportes se empleaba ropa formal en la pista, y 100 años después las piezas creadas para hacer deporte se utilizan sin pudor en todo tipo de eventos. El maravilloso círculo de la moda.
Sin duda, la llegada del spandex primero, y el nylon después, fueron el punto de inflexión en el asentamiento de una estética específica pensada para el gimnasio y la práctica deportiva. Su flexibilidad y versatilidad son las características ideales para conquistar los centros deportivos y las calles de cada ciudad.
Bruce Lee fue el gran precursor del chándal como nadie. Sus películas, donde las artes marciales eran el eje de los guiones, demostraron que esta creación era ideal para un uso extremo y enérgico del cuerpo. Eran los 70 y una revolución estaba por explotar. Las camisetas se pensaron como ropa interior, y también salieron a la palestra por el confort y la estética relajada que aportaba al estilismo del día a día. Chándal y camiseta hicieron la pareja perfecta.
Su evolución derivó en el diseño del chándal en algodón rizado, poliéster, velour o algodón para elevar sus orígenes deportivos para su uso urbano. La aceptación del chándal fue tal que incluso se lleva en ocasiones formales gracias a los diseños de Rhuigi Villaseñor (@rhuigi) de Rhude (@rhude). De una vez por todas, logró hacer pantalones de vestir cómodos sin que pierdan un ápice de elegancia. Son los que él llama traxedo pants.
Las camisetas experimentaron una tremenda subida cuando se le empezaron a aplicar diferentes estampados y a diseñarlas con materiales más sofisticados. Firmas como Powell Peralta (@powellperalta) y Vans fueron algunos de los pioneros en lograr visibilidad para la cultura de la camiseta y diseñadores como Vivienne Westwood y Malcom McLaren las emplearon con fines políticos y sociales y las llevaron a un nivel totalmente diferente.
Junto a la evolución de los tracksuits, llegó el desarrollo de los ahora tan comunes trajes de nieve en los paisajes nevados de todo el mundo. La presencia del poliéster fue muy destacado y casi la única opción que tenían estas creaciones para, más allá de conservar cálido y seco al usuario, debían ser resistentes para sobrevivir al duro ambiente en el que serían testadas cada día. Schiaparelli (@schiaparelli), Hermès y muchos otros se iniciaron en esta incursión en la moda deportiva en los años 20, aprovechando su nombre para crear estas piezas para los más acaudalados.
Con la llegada del nylon y los materiales sintéticos tras la Segunda Guerra Mundial, se inició una nueva para el performance wear. Su aplicación en uniformes militares, les dio una comodidad y movimiento nunca antes vistos. Este revolucionario tejido abrió la puerta a la implementación de cremalleras, capuchas ocultas, correas y otros elementos hoy fundamentales en las prendas de esquí y todas las prendas técnicas y relacionadas con la innegable tendencia de la uniformidad y las creaciones de corte arquitectónico.
Colores neón y estampados geométricos cubrieron las chaquetas de nieve de los 80, abrazando la versión más chillona del equipamiento con el que deslizar colina abajo. Actualmente, estos diseños están muy cotizados en las tiendas vintage de medio planeta.
Durante los años 70 y 80, la industria del calzado experimentó un tremendo crecimiento en lo referente a la cultura sneaker gracias a la popularidad del hip hop entre los más jóvenes. Iconos como las Stan Smiths de adidas se apoderó de la escena y saltó de las pistas al asfalto rápidamente. Originalmente llamdas Robert Haillet, la firma alemana cambió la denominación de esta por la que hoy en día conocemos debido al impacto de dicho tenista en aquellos años. Pero el caso más destacado de zapatillas que conquistaron las calles es el de Run-DMC y sus Superstars de la firma de las tres barras. Vestir igual que lo hacían en su barrio impulsó el aprecio por el streetwear y la moda hip hop para siempre. Después de esta incomparable momento para las sneakers, colaboraciones únicas como PUMA x Jil Sander (1996) o PUMA x Alexander McQueen y Chanel x Reebok (2005) llegaron tiempo después. Posteriormente, tuvieron lugar las alianzas de Nike con COMMES des GARÇONS (@commesdesgarcons), Ricardo Tisci (@ricardotisci17), sacai (@sacaofficial), Virgil Abloh, UNDERCOVER o Junya Watanabe, entre otros vinieron una detrás de otra.
Los 90 trajeron la eclosión de los puffers, continuando con la influencia del hip hop en la industria de la moda. Las prendas exteriores de Helly Hansen (@hellyhansen) o Polo Ralph Lauren alcanzaron gran popularidad en muchas ciudades del norte de Estados Unidos antes de que firmas de moda como Moncler o Raf Simons los adoptaron en sus portfolios. Creado por Eddie Bauer en los años 30, sus usuarios originales fueron cazadores y jinetes hasta su llegada al universo de la moda. Una vez más, un producto creado con propósitos técnicos evolucionó en una prenda altamente demandada para el invierno de los países de todo el mundo, tanto por sus características técnicas, como por razones estilísticas.
Así como los plumones se expandieron, otro clásico del ámbito alpino como son las trail sneakers están viviendo su particular momento álgido gracias al rescate que están haciendo casas como Balenciaga, Lanvin (@lanvinofficial) o incluso Nike que, inspirados por los diseños de los 90 de Salomon (@salomon) han hecho que lo peten en esta amalgama de fuentes de inspiración.
La industria de la moda vuelve a demostrar que cualquier cosa procedente de un trozo de tela puede convertirse en the next big thing décadas después de su concepción original. Desde estéticas sofisticadas en las pistas de entrenamiento al streetwear conquistando las pasarelas y el performance wear fuera de su ámbito y aterrizando en los ateliers de las maisons, la moda acoge diseños inspirados por el mundo militar como los de Craig Green, puffers como los creados por The North Face x Supreme, los tracksuits de Palm Angels o las anteriormente mencionadas luxury track sneakers.
Todos sabemos que las tendencias son cíclicas pero, ¿qué hay de la inclusión de semejante abanico de referencias desde todos los ámbitos del performance wear? Parece que su ascensión es imparable, por lo que estad preparados para la era del confort y el utilitarismo.
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